Noche de jueves, y el sonido del jazz se esparce por el aire céntrico asunceno.
Van ya meses que venimos cultivando este –buen- hábito de sentarnos en el balcón encantado de “Mcal. Estigarribia y Caballero” y entregarnos a estas desestructuradas -pero armoniosas- notas, que te invitan a viajar a lo profundo de tu interior.
En Planta Alta se respira bohemia y por sus cuartos recorren noctámbulos sintonizados con el arte. Desde su terraza se siente la paz que traen las madrugadas al ámbito urbano.
El jazz conjugado con el ambiente distendido trae resultados realmente placenteros.
Un grupo de franceces -también habitues del yess jazz- de los que nos hicimos amigos. |
Desde la terraza se podia observar este espectáculo. |
Texto y foto: Gabino Quintana
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